PRECIOSO PUENTE LLEGANDO A MILLARES
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"Rececho de Muflón en Familia", es un título que no me ha costado nada pensarlo, ya que es la primera vez que salíamos, toda la familia en un documental, anteriormente siempre los he hecho en solitario, esta vez quería que fuese algo especial al ser el primer rececho en familia y televisado.
Fue un 13 de Febrero de 2019 cuando a las 17h cuando estábamos cargando todos nuestras maletas en el coche, previamente preparadas la noche anterior, con los demás achiperres que nos acompañan a los cazadores, rifle, mochilas etc...
Son las 17h y ha llegado el momento de arrancar hacia nuestra aventura, todos muy contentos y emocionados, Juani, mi mujer es la primera vez que me acompaña de caza a rececho y a su primer documental, al igual que Álvaro y Sara, como no todos muy emocionados dirección a Millares al Albergue municipal, donde nos espera Vicente, el responsable del albergue.
Vicente me comento que no tuviésemos prisa por llegar, que allí las horas se paran, el entorno a donde íbamos nunca habíamos estado, pero ya nunca se nos va a olvidar. Muy pocas luces nos pudimos encontrar cuando entramos en Millares, precioso lugar, calles semioscuras, abrazadas por la niebla.
Sin descanso en el viaje, estábamos deseando llegar, para cenar nos decía Vicente que su hija nos la iba a preparar solo le teníamos que decir la hora aproximada de llegada al Albergue, para tenerla preparada con la habitación ya acondicionada y caliente empezamos a dejar las maletas y el arma.
Sentados en el comedor y pasadas ya, las presentación previas. Comenzamos a charlar, a preguntar, que tal la zona, muflones ya sabía que no nos iban a faltar, ya que no había sido casualidad, el elegir el lugar, Reserva de Muela de Cortes, es una reserva en la que a mi personalmente, siempre me gusto a ir a cazar, debido a las veces que había visto todos los documentales de Vicente Amat, grandes documentales de caza en esta reserva.
Con lo que todos veníamos muy ilusionados, el anfitrión muchos más rodeado de mi familia, todo tenía un sentido especial.
Después de una rica cena y una charla muy amena, nos fuimos a acostar, como siempre y sin variar, la noche en vela me pude pasar, no se si llego a una hora lo que pude descansar.
Eran las 5:50 h del día 14 de Febrero, día muy especial día de los enamorados, era el día que había escogido, para poder disfrutar de mi afición de mi familia, de mi mujer, no se podía pedir más.
A las 7 h llegó Antonio Miralles, el cámara que inmortalizara la cacería y este día tan especial.
Alvaro y Sara deseando salir al monte.
Juani mi mujer escuchando atentamente a su marido
de nuevo con Antonio, un dia mas de cacería, el ya sabe que este día va a grabar un documental especial. Muy ilusionado, vimos llegar al agente forestal Salvador, después de desayunar y presentar toda la documentación, comenzamos a trazar un plan de caza, como nos íbamos a coordinar.
Primero aprobar el rifle lo que nunca en un rececho se debe de dejar, ya que el viaje es largo y el rifle se puede descentrar.
Sara ilusionada, con sus prismáticos colgados, teniendo la suerte de ser la primera que nos acompañaba en el primer tramo, comienza a otear el entorno de la sierra de Millares, un sitio espectacular, nos sorprende bastante, que hay paisajes en España que no conocemos y que no crees encontrar, pero son entorno idílicos, dignos de nombrar.
Países de aliagas, extensos barrancos, sin un árbol que te pueda tapar debido a un fuego que hace unos años, por desgracia unas vidas se llevó, compañeros de Salva y muy apenado nos podía contar, entre palabras atragantadas y con dolor de verdad.
Hoy es soleado, Sara y la expedición comenzamos a caminar, temperatura agradable, un viento del norte nos avisa de algunas gotas de agua que nos podía arruinar la cacería, pero parece que nos va a respetar.
Son las 12 y después de haber avistado ya los primeros muflones, con pena por hacerlos poner en fuga, al hacer muy ruidosos nuestros primeros minutos de expedición, seremos mas cuidadosos pues ya vemos que vamos a tratar con animales muy esquivos, como Salvador nos anticipa, son muchos días de fogoneo y así no podríamos cazar, por lo que debíamos de ser menos ruidosos si queríamos culminar el rececho.
una vez oteando el viso de una garganta nos damos cuenta que hay unos muflones ramoneando por su cresta y que parecen buenos por la primera impresión que tenemos de ellos.
muflón tumbado
Una vez analizados uno a uno Salvador decide quedarnos a la espera de que bajen, ya que hay alguno que podría ser abatido según nuestro precinto. Estos animales, en esta zona nos comenta el guarda que hoy nos acompaña, que son muy esquivos y que es difícil acercarse a ellos a menos de 300 o 400 m por lo que debemos llegar a una cresta próxima en cuclillas, ya que tienen una vista que pueden percatarse de nosotros a mucha distancia. cosa que comprobamos fácilmente, al ponerse uno ya en guardia.
Obviamente gracias a la distancia en la que estamos todavía, unos 500 m, no parece que vayan a huir, entiendo que ellos se ven seguros. Lo que me sorprende es la vista que tienen, nunca lo había podido comprobar ya que en mi zona de caza habitual, pues los veo a 100 m y es normal que se espanten.
Salvador, que ya tiene mucha experiencia en este terreno el que lleva cazando hace muchos años, no indica que nos pongamos unos guantes duros para poder rectar por el suelo, debido a la aliaga que tiene afiladas espinas las cuales se te clavan y son muy costosas de quitar además del dolor que te producen al pincharte.
Salvador y Sara rectando
después de de nuestra larga espera y viendo que los muflones, aunque hemos llegado a una buena aproximación la cual seria factible tirar si es que deciden venir hacia nosotros, ya que todavía la distancia no es la mas favorable para el disparo y habiendo empezado el rececho de dos días, nos queda tiempo todavía para equivocarnos. Sara está disfrutando mucho se abraza a mi en algunos momentos, muy ilusionada por estar con su padre y por estar disfrutando de esta cacería tan especial para todos. Es momento de marcharnos sigilosamente ya que como habíamos pensado no van a venir hacia nosotros, decidimos tomar otra alternativa, ir a comer pues ya se nos ha echado el tiempo encima e ir a otra zona esta tarde pues si no da sus frutos, volveremos al día siguiente aquí.
de vuelta al coche
De nuevo ya en el albergue, Juani y Álvaro que están esperándonos nos comentan que tal la cacería, Álvaro está contento de que no ha habido mucha suerte ya que ahora le toca a el salir a cazar el muflón, Sara muy ilusionada por haber disfrutado tanto de ver animales, no le importa nada ceder el turno a su hermano. Cuando son las 15h arrancamos de nuevo esta vez a la zona opuesta del coto.
comentando la oportunidad que hemos tenido
En el nuevo escenario nos encontramos un paisaje de nuevo sin árboles, según lo que he comentado anteriormente, pero un paisaje mucho más impresionante.Aunque hemos bajado de altitud, estamos en unos barrancos que impresionan y de hecho así lo estamos sintiendo. son inmensos barrancos de hasta 300 o 400 metros de profundidad. Una vez tomada fotos del momento, esta vez acompañado con Álvaro, avanzamos despacio por una carretera abandonada, la cual según nos comenta Salvadorno se utiliza desde unos años después de la guerra, por lo que el paisaje es salvaje y prohibido al tránsito para las personas que no estén autorizadas a transitar por ella debido a los derrumbes que suele haber en la carretera, lo cual la convierte en peligrosa y solitaria, según nos comenta Salvador.
Antonio Miralles y Rebeldecazador amigos desde hace año y cámara de la expedición.
Después de una hora de analizar los barrancos y hacia arriba o hacia abajo, por suerte vemos un pequeño grupo de muflones, donde según nos comenta Salvador hay un macho de las características que estamos buscando con el permiso que nos han concedido. Sin dilatar un solo momento ya que ha pasado más de dos horas desde que salimos de nuevo a rececho, nos preparamos para una entrada muy complicada ya que está por encima de nosotros y no tarda ni dos minutos en percatarse de nuestra presencia, como he comentado por la mañana tienen una vista que detectan muy largo los peligros y ellos saben que hoy ha peligro al ubicarnos. Álvaro, se emociona y decidió asomarse a donde estamos contemplando los muflones, comenta " Papá es muy grande lo veo con los prismáticos vas tirar" a lo que le respondo que si que es un animal precioso y muy bello de cuerna, justo lo que estábamos buscando, sin más dilaciones, Salvador apoya su mochila en una piedra adelantada, donde tenemos una buena posición de disparo, me comenta si estoy agusto para efectuar el lance ahí, con lo que después de unas comprobaciones, decido tirar sin demorarlo más se nos va la luz y no podremos tirar.
Se nos hacen unos minutos eternos, esta es la emoción que buscamos, la sensación de libertad, que vemos en el animal disfrutando de su familia como nosotros hoy, acerco mi dedo el seguro que quito sigilosamente a pesar de la distancia que es importante, tienen una vista y oído muy finos, cualquier precaución es poca, esta de culo y no nos da la cara buena para el disparo debió de pasar unos dos minutos pero para mi fue un periodo más largo del verdadero, porque me sudaba el dedo ya en el guardamanos del rifle agarrándolo como si se me fuese a escapar, sentía el hormigueo en los dedos.
Con la sangre acelerando los latidos del corazón, siento un susurro que me dice lo tienes a tiro, está en posición, erróneamente decido apuntar 2 dedos por encima pensando que la bala va a caer justo eso, debido a la distancia que nos separa de él, entorno a 300 m el tiro debe ser muy preciso para no fallar, sin mas dilación suelto el disparo que aprecio como le pasa por encima del lomo, con el corazón en un puño Salvador me comenta alto, alto, sin perder mi concentración dejo que avance unos 80 metros arriba y esta vez si apuntando bien al codillo lanzó la bala la cual impacta en el animal que acusa el disparo, son unos segundos interminables los que pasan cuando comenta Salvador " ya ya ha caído, excelente tiro y preciso está a unos metros del tiro".
Con la situación y tensión del lance no le he visto caer pero confío en lo que me dice Salvador que ha seguido con los prismáticos todo el lance, Antonio Miralles comenta yo también lo he visto ha caído. Alvaro muy emocionado, me dice papá le has dado le has tumbado, también lo he visto, me abrazo a el por la ilusión del momento, muy emocionados comenta Salvador, aligeramos que nos da la noche y hay que recuperarlo, ya sabéis todos que nos gusta aprovechar la carne y recuperar al animal lo antes posible para que no pierda calidad. Después de unas fotos de felicidad dignificando al animal, tomamos unas muestras, lo recuperamos y partimos hacia el albergue de nuevo.
Pero esta vez si con los deberes hechos y muy ilusionados, comentando el lance, siendo un bello paisaje vamos dejando atrás, el muflón de la Familia ya lo hemos cazado.
son muchas las felicitaciones y los abrazos y besos después de enseñarlo a mi hija y mi mujer.
Todos contentos y muy agradecidos cenamos conversando los momentos vividos, el destino ha hecho que disfrutemos todos juntos. Esto es la caza siempre lo mismo ilusiones con los tuyos y sentimientos para recordar sin dudar una y otra vez hablaremos con los amigos contando como lo cazamos todos unidos.
vídeo de ese día
José Antonio Rodríguez García.